El Sesgo de Negatividad: Un Obstáculo para la Creatividad

El concepto de "negatividad bias", también conocido como sesgo de negatividad, se refiere a la tendencia natural del cerebro a enfocarse en las experiencias negativas con mayor intensidad que en las positivas. Este sesgo, si bien tiene raíces evolutivas que favorecen la supervivencia, puede afectar negativamente el proceso creativo al limitar la flexibilidad mental y fomentar el miedo al fracaso.

¿Cómo impacta este sesgo en la creatividad?

• Pensamiento rígido: El "negativity bias" puede llevarnos a enfocarnos en los riesgos y peligros potenciales, limitando nuestra capacidad de considerar nuevas ideas o perspectivas. Las experiencias negativas previas pueden generar "anteojos" que nos impiden ver soluciones innovadoras.
• Miedo al fracaso: Al enfocarnos en lo negativo, es más probable que anticipemos resultados negativos y, por lo tanto, evitemos tomar riesgos creativos. El miedo al fracaso puede paralizarnos y bloquear el flujo de ideas.
• Círculo vicioso de pensamientos negativos: El "negativity bias" puede llevarnos a rumiar sobre errores del pasado y a anticipar fracasos futuros, creando un ciclo de pensamientos negativos que consume energía y bloquea la inspiración.
• Dominio del "crítico interno": Este sesgo alimenta la voz crítica interna que juzga y menosprecia nuestras ideas antes de que puedan desarrollarse plenamente. La autocrítica puede ser devastadora para la creatividad.

¿Cómo contrarrestar el "negativity bias" para fomentar la creatividad?

Las fuentes sugieren que la meditación de atención plena ("mindfulness") puede ser una herramienta poderosa para contrarrestar este sesgo y desbloquear la creatividad. Algunos beneficios de la atención plena en este contexto son:

• Reducción del ruido mental: La atención plena nos ayuda a aquietar la mente y a observar nuestros pensamientos sin juicio, lo que nos permite distanciarnos del flujo constante de pensamientos negativos.
• Ampliación de la perspectiva: Al calmar la mente, podemos acceder a un estado mental más amplio y receptivo, lo que facilita la conexión entre ideas y el surgimiento de nuevas soluciones.
• Cultivo de emociones positivas: La meditación de atención plena, especialmente la meditación Metta, puede ayudarnos a cultivar emociones positivas como la compasión y la gratitud. Estas emociones amplían nuestra perspectiva, reducen el miedo al fracaso y fomentan la resiliencia.
• Toma de conciencia del piloto automático: La atención plena nos ayuda a reconocer cuándo estamos operando en modo "piloto automático", repitiendo patrones de pensamiento y comportamiento que nos limitan.

En resumen, el "negativity bias" es un obstáculo para la creatividad, pero podemos aprender a gestionarlo. La meditación de atención plena surge como una herramienta poderosa para contrarrestar este sesgo, cultivar una mente más abierta y receptiva, y así, liberar nuestro potencial creativo.

Fuente: Mindfulness para la Creatividad - Danny Penman