La relación entre mindfulness, creatividad y la divagación mental
La relación entre mindfulness, creatividad y la divagación mental es fascinante. A simple vista, podrían parecer opuestos: el mindfulness busca estar presente, mientras que la divagación mental es cuando la mente vaga sin rumbo fijo. Sin embargo, ambos tienen un papel clave en el proceso creativo.
Mindfulness: Presencia creativa
El mindfulness es la práctica de prestar atención al presente de manera intencional con aceptación y sin juicio. Este enfoque ayuda a reducir el ruido mental y a desbloquear la creatividad. Al estar plenamente conscientes del momento, podemos generar nuevas ideas y encontrar soluciones creativas más fácilmente, sin quedar atrapados en patrones rígidos.
El mindfulness favorece el pensamiento divergente, esencial para crear. Al practicarlo, nos abrimos a nuevas posibilidades sin sentirnos atados a un resultado concreto, lo que estimula la libertad creativa.
La divagación mental: Un aliado para la creatividad
Por otro lado, la divagación mental, o cuando nuestra mente vaga de un pensamiento a otro sin un enfoque claro, es clave en el proceso creativo. Durante estos momentos de “desconexión”, el cerebro sigue activo y hace conexiones entre ideas que, de otro modo, no habríamos visto. Estas conexiones suelen llevar a nuevas ideas o soluciones creativas.
Curiosamente, muchos de nuestros momentos de inspiración ocurren durante actividades rutinarias, como ducharse o caminar, donde permitimos que la mente divague.
La integración: Mindfulness y divagación mental
Aunque puedan parecer opuestos, el mindfulness y la divagación mental pueden complementarse. El mindfulness no pretende eliminar la divagación mental, sino que nos ayuda a ser conscientes de cuándo sucede. Esta conciencia nos permite aprovechar las ideas que surgen mientras la mente divaga y luego integrarlas en nuestro proceso creativo de forma consciente.
La clave está en equilibrar estos dos estados. Momentos de concentración plena, seguidos de pausas para dejar que la mente vague, pueden enriquecer la creatividad. Por ejemplo, llevar un diario creativo donde practiquemos mindfulness mientras dibujamos o escribimos, y permitamos que la mente fluya libremente, es una excelente manera de integrar ambos procesos.
Cómo aprovechar esta relación
• Practica mindfulness antes de crear: Unos minutos de meditación o respiración consciente pueden despejar tu mente y mejorar el enfoque.
• Crea espacio para divagar: Tras un rato de trabajo concentrado, tómate un descanso y permite que la mente vague sin presiones.
• Lleva un diario creativo: Anota o dibuja las ideas que surjan durante tus momentos de mindfulness o divagación.
Lecturas recomendadas
Para quienes deseen profundizar en estos conceptos:
• Mrazek, M. D., Phillips, D. T., Franklin, M. S., & Schooler, J. W. (2013). Mindfulness training improves working memory capacity and GRE performance while reducing mind-wandering. Psychological Science.
• Zabelina, D. L., & Robinson, M. D. (2010). Creativity as flexible cognitive control. Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts.
• Smallwood, J., & Schooler, J. W. (2006). The restless mind. Psychological Bulletin.
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