Cultivar la atención plena a través del dibujo
Fomenta el enfoque en el presente
Desarrolla la observación consciente
El dibujo te invita a ser más consciente de los detalles visuales a tu alrededor, incrementando tu apreciación por las pequeñas bellezas del día a día y fortaleciendo tu conexión con el entorno.
Reduce la actividad del "modo predeterminado" del cerebro
La red cerebral que se activa cuando nuestra mente divaga o se concentra en la autoevaluación crítica se conoce como "modo predeterminado". Dibujar disminuye la actividad en esta red, lo que se asocia con una reducción en sentimientos de depresión y ansiedad.
Mejora la regulación emocional
El proceso creativo del dibujo puede ser una herramienta efectiva para expresar y procesar emociones, facilitando la regulación emocional y ofreciendo una vía para liberar tensiones y conflictos internos.
Estimula el flujo creativo
Al sumergirte en el proceso creativo del dibujo, puedes alcanzar el estado de "flujo", donde te sientes completamente inmerso en la actividad, olvidando el tiempo y las preocupaciones. Este estado favorece tanto la creatividad como la resolución de problemas.
Mejora la concentración y la paciencia
El dibujo meditativo requiere, y a la vez desarrolla, habilidades como la concentración y la paciencia, cualidades transferibles a otras áreas de la vida, mejorando el rendimiento y la capacidad para abordar tareas complejas.
Ofrece un refugio ante la sobrecarga de estímulos
Incorporar el dibujo como una práctica de atención plena no solo mejora tus habilidades artísticas, sino que también aporta beneficios mentales, emocionales y cognitivos. Es una forma accesible y flexible de autocuidado que puede enriquecer tu vida de manera profunda.
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