El Potencial Creativo: ¿Innato o Adquirido?

 

La creatividad es una facultad innata al ser humano, presente desde el nacimiento, pero diversos factores a lo largo de la vida pueden potenciarla o inhibirla, haciendo que parezca una habilidad solo presente en algunos.

• Creatividad innata: Diversos autores argumentan que la creatividad es inherente a la condición humana. El acto creativo, incluso en sus formas más básicas como transformar objetos del entorno, puede haber sido el motor del desarrollo intelectual humano.

• Evidencia biológica: Existe una relación directa entre la actividad neuronal y la creatividad, sugiriendo que nuestros cerebros están biológicamente programados para ser creativos.

• Influencia del entorno: A pesar de ser innata, la creatividad no se manifiesta de la misma manera en todas las personas. El entorno familiar, educativo y social juegan un papel fundamental en el desarrollo o inhibición del potencial creativo.
• Mitos y Factores Inhibidores: La idea de que la creatividad es un don reservado para artistas o genios, la presión por la excelencia, la crítica y la falta de confianza en uno mismo actúan como barreras que impiden que las personas exploren y desarrollen su creatividad.
• Reconquista de la Creatividad: Si bien la creatividad puede verse mermada por estos factores, es posible "reconquistarla" a través de diversas técnicas y ejercicios que nos permitan romper con patrones de pensamiento limitantes, desaprender viejas ideas y conectar con nuestra capacidad creativa innata.
• Importancia del entrenamiento: La creatividad no es simplemente improvisación. Requiere esfuerzo, práctica y desarrollo de habilidades específicas, como la capacidad de realizar conexiones, la observación, el pensamiento divergente y convergente.

En resumen, todos nacemos con el potencial de ser creativos, es parte de nuestra esencia como seres humanos. Sin embargo, la manera en que este potencial se desarrolla depende en gran medida de las experiencias, la educación y el entorno en el que cada individuo se desenvuelve. Reconocer los factores que pueden inhibir o potenciar nuestra creatividad es fundamental para fomentarla y convertirla en una herramienta valiosa en todos los ámbitos de la vida.